Como todas las ciencias, las humanas y sociales presentan mecanismos de producción de conocimientos que les son propios. Además, a esta especificidad se le suma que muchas veces las experiencias y prácticas concretas, dadas las dinámicas laborales -y, a menudo, las urgencias en las que están insertas- se agotan en la propia experiencia o la trascienden en una transmisión muy acotada, por ejemplo, en las reuniones de los equipos de trabajo o solo descriptivamente en informes y en proyecto (además, de circulación también acotada). Esta situación se naturaliza a tal punto que, muchas veces, se pierde de vista la importancia que los aprendizajes sistematizados tienen para otras personas o equipos, ya sea de ámbitos externos como de la propia organización en la que se trabaja. Es por eso que gran parte del conocimiento generado en las prácticas se restringe a los actores implicados, sin la posibilidad de jerarquizarse o de llegar a ámbitos más amplios de discusión, de producción de conocimiento y, también, de práctica. Ante estas particularidades, nos proponemos un curso en el que pensar los parámetros de la producción de conocimiento en las ciencias humanas y sociales, y buscar mecanismos de comunicación y jerarquización de las distintas experiencias de práctica social.